miércoles, 18 de septiembre de 2019

El Pirata

Cuando naufragaba, sin mas, llegó el pirata citadino y con un abrazo amistoso
acomodó los huesos de mi alma adulta y rota.
El pirata siempre tiene una sonrisa si se trata de bienvenidas,
siempre viste listo para navegar porque es un pirata de barcos gigantescos y busca tesoros
donde nadie encuentra nada.
Al pirata urbano, lo incorrecto lo vuelve esquivo y firme a sus principios de navegación,
arremete con honestidad las injusticias.
Una sola vez vi al pirata semejante a un náufrago,
triste, hambriento hasta el hueso de palabras,
famélico de tristeza. Ese día desancló y no lo vi
en varios días.
El pirata volvió y las risas se hicieron costumbre,
las conversaciones son perlas vírgenes y mis tristezas se opacan de tarde en tarde.

jueves, 12 de septiembre de 2019

RECUERDOS

A veces, repaso mi lista de recuerdos a olvidar y es ahí cuando me doy cuenta de que aun están guardados en alguna parte de mi cuerpo y digo alguna parte, porque si se trata de penas de amor las tengo en el estómago; si se trata de fracasos académicos o laborales los llevo sobre la espalda porque siento el peso de vez en cuando. Si son amistades corrompidas por el tiempo, las guardo en mi mirada para ignorarlas cariñosamente, con mi pupila de piedra, cuando me las cruzo por la calle.
Si se trata de recuerdos familiares, los llevo en mis manos, para que me levanten cuando estoy por caer. En mi piel llevo mis recuerdos de infancia, alguna rodilla lastimada, un corte sobre el labio, juegos infantiles que terminaron en tragedia. En mi pelo tengo el desgaste de los años tinturando cada hebra según la moda del momento, el rojo, el verde, el azul, el naranja y hasta el amarillo taxi que me dejo el mechoneo universitario.
Todo mi cuerpo está plagado de recuerdos, algunos para olvidar, otros deseosos de ser revividos, pero sin duda alguna, el recuerdo más preciado, el más querido, el más interminable, está en mi vientre; marcado por incontables marcas rojizas y blancas, piel floja, que en verano me avergüenza, pero sin duda alguna, es el recuerdo que me acompañará hasta que olvide de olvidar lo que he escrito. En mi vientre, mi panzota es el lugar donde creció el pequeño ser que me devolvió las ganas de vivir y continuar.

lunes, 19 de agosto de 2019

RUTINA

Me levanto y ya no siento la textura de la alfombra. Me visto y con el último hálito de energía me lavo los dientes. Miro por primera y última vez en el día mi cara en el espejo y oculto de mala gana mis ojeras. 
No puedo pensar en la siesta de la tarde porque ya no hay tiempo, apuran y gritan las labores pendientes en el hogar, pagar cuentas, el supermercado y todo lo demás.. Enciendo el auto, abro el portón y nuevamente prendo un pucho para sentir que ya estoy despierta. Tengo guardado de memoria el camino al trabajo y sólo pongo atención por si algún peatón suicida y/o descuidado decide cruzar su camino con el mío.
Todas las mañanas a dos cuadras de la pega, me topo con el mismo micrero impertinente que hace taco en la esquina, nos insulta por el espejo y acelera sin contemplación para llegar a la otra esquina y quedar parado nuevamente.... otra vez llego tarde.
Corro lenta y silenciosamente, porque sólo lo hago en mi cabeza, y apresuro un poco el paso. Trato de pasar desapercibida pero la vieja copuchenta de siempre está sapeando. Fingo que no me importa el sapeo y honestamente ya no me importa.
Almuerzo, me ducho para sacar los malos ratos del turno de mañana, miro el techo y busco respuestas a las preguntas que nacieron hace 30 años... No las encuentro, esperaré 30 años más.
Duermo, un rato. Me levanto, es de noche y voy saliendo. Es lo mismo de la mañana. El auto, el portón, el pucho,ahora sólo me sacude el choque del auto en la solera. En la noche no hay sapeo, eso me da un respiro.
Cinco minutos para salir... Apresuro el paso, está vez es cierto. Sólo quiero llegar, más que a dormir, a recibir el abrazo, el beso y escuchar "mamá, te amo. Buenas noches" esa frase es la recompensa a mis 30 años de duda, sonrío, mañana hay que continuar... Fin del día

lunes, 20 de mayo de 2019

P!nk - F**kin' Perfect (Explicit Version)



Cómo le explico al mundo lo que sólo quiero que entiendas tú.
El mundo no es malo pero habrá días en los que sentirás que debes ser otro, que tu pelo, que tus manos y tus pies no te pertenecen.
La vida te enseñará, que debes cambiar para ser perfecto.
Yo quiero que vivas, que grites, que cantes, bailes, que llores
pero que comprendas que eres libre para ser feliz enteramente.

Cómo devuelvo lo que tú me regalaste, esta vida que junto a ti y por ti, hoy he descubierto que todo nos hace crecer, renacer y volver a ponernos de pie luego de una caida.

Para mi eres y serás perfecto. Quiero que sepas, que entiendas y lo aceptes: yo te cuidaré sin ninguna condición y juntos haremos que vivas la vida como quieras porque para mi eres y serás completamente perfecto.