domingo, 29 de marzo de 2009

martes, 17 de marzo de 2009

Abre los ojos amor


¡Abre los ojos amor!
Que del cielo han caído milagros, corramos para elegir el nuestro
Dejemos entrar una sonrisa seca sobre estas penas.
¡Abre los ojos amor!
Que hoy me marcho sin alma y sin dolor
Y la figura de un pesar quedará plasmada en tu sien,
Las voces correrán sin merito alguno justificando un desastre
Pero sólo quedará un sufrimiento desgastado.
Por favor, Abre los ojos, ¡ amor!
Que mi voz se calla y mis lágrimas se secan antes de caer sobre mi cara.
Cierro mis ojos, amor, suspiro, para poder encontrar
Por última vez el aroma de tu abrazo ausente,

luego.... Susurras con una lágrima ajena,

Abre los ojos …. amor.

miércoles, 11 de marzo de 2009


Caí abatida sobre las estrellas

y en un mar de lágrimas me perdí.

Me desperté en una Isla

con olor a esperenza estancada y de los árboles

los sueños colgaban.

Inclinada sobre la punta de mis pies y con un soplido señalé el cielo iluminado.

No podemos olvidar

el día en que dejé mi orgullo abandonado en tus labios.

No podemos desligarnos de los recuerdos

que acusan una traición al corazón.

Para qué cerrar los ojos entonces

y no volar hasta los recuerdos que tan feliz un día nos vieron.

Dulce soledad andante,
Deja que las margaritas se desplacen dejando su aroma
Sobre las estrellas que adornaran mis cabellos.
Dulce soledad andante,
Suelta mis caderas para que hoy pueda bailar
Sin límites frente al mar de jovial oleaje.
Dulce soledad andante,
Galopa sola en esas noches turbias
Que mi llanto alegre quedó plantado en una noche callada.

sábado, 7 de marzo de 2009

Último Otoño


Un zumbido rasguña el rocío de la piel,
El aire huele a recuerdos de noches frescas
Y el miedo estupefacto
Cae acribillado a los pies de un crepúsculo.
¿Cuántos ojos se habrán dormido esperando una mañana serena?
¿Cuántos latidos se quedaron ahogados en un puñado de lágrimas?
¿Cuántos gritos de la soledad pidiendo compañía has oído al sentirte cegado de ira?
Este tal vez sea el último otoño de esas calles ermitañas
Que se cruzan frente a los hombros caídos de la decepción.