Si tú pudieras darte cuenta
de lo mucho que he llegado a quererte
incluso en esta ausencia constante,
incluso en esta vana alegría de esperarte
sin tiempo.
¿Por qué mejor no compramos olvido,
vendemos recuerdos,
seguimos ilusiones,
caemos a momentos?
¿Por qué entonces
no derretimos el sol con un abrazo,
volamos en una sonrisa,
difuminamos el cielo en nuestro ojos,
dejamos olvidado el olvido?
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