viernes, 2 de diciembre de 2011

¡Irremediablemente roto!
La ironía lo gritó mientras salían disparadas en el costado de tus palabras un sentimiento mal herido.
En tu mirada de forma introvertida un mal sentimiento amenazó mi osadía de seguirte queriendo.
Las plegarias ya no sirven para nada ("La esperanza dispone de tantos terrenos baldíos"),
el grito se quedó mudo, ¡tú! disuelves el tiempo con desgano, el desgano rasga mi mirada aturdida,
 no puedo levantarme,
Abandóname mil veces para que la soledad amarillista, difunda con orgullo el fracaso consecutivo de mi pasión por sentirte cerca.
Ya no sigas castigando mis oscuros deseos de pensarte, déjame continuar cansada / derrotada, todo ha terminado...

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