viernes, 21 de septiembre de 2012

Cuanto tiempo es suficiente para dejar de sentir todo lo que crea mi cabeza pero que duele en el corazón. Toda mi vida me he enamorado de gente idiota, gente a la cual me he esmerado por sacar de mi vida completamente y por cierto lo he logrado. Tengo plena certeza de que lo que siento no es amor, hace tanto que se me había ido el amor. Tengo necesidad de borrar miles de cosas, me he quedado sentada esperando un sin fin de días en los que la vida me ofrezca algo nuevo, algún día eso será así. Tengo esa incertidumbre de querer saber porque siempre soy yo la que olvida después, no lo sé. Es tan desagradable compartir las mismas calles, porque de cierta forma ya no quiero saber nada, si pensamos, a ciencia cierta, por el momento todo ha sido un mal recuerdo, poco me queda que sea bueno, que haya sido realmente hermoso, cada vez que intento recordad la incomodidad me hace interrumpir lo que siento. A mi me quedó todo lo bueno que en algún momento me dispuse a compartir. Es cierto, mi profesión podría ser despreciable, puede que lo sea para muchas personas, pero ¡para mi! es lo que más deseo para toda mi vida, el camino para alcanzar mi profesión me ha enseñado todo lo que a los idiotas que la critican, les falta para ser un poquito más felices, para poder sacudirse de toda esa superficialidad que le tiene el cuerpo lleno de músculos pero el cerebro se les va derritiendo de a poco con tanta superficialidad. Podemos dar como ejemplo al idiota que de forma sarcastica criticó mi profesión, ese mismo idiota que se desvive por cultivar el cuerpo, por conseguir una mujer estupenda, pero ¿qué le quedará en unos 30 años más?, cuando inevitablemente nuestro cuerpo se torne viejo e irrenunciablemente nuestra piel se haya rendido a los años. Ahí vengo yo con mi argumento, repetido pero argumento al fin y al cabo, todo los que nos quedará será nuestro saber, ese saber que nos entregan los libros, la vida, la gente, nos quedará nuestra forma de pensar, de defender las ideas y de sentir, ese sentir tierno, tierno y que nos hará descansar eternamente. A mi me duelen los finales amorosos, este, el de ahora, no mucho, tengo ese no sé qué de que la vida, esta misma que me ha regalado miles de tormentos y desagravios un día , no muy lejano me regalará lo que tanto necesito para sanarme, estoy tranquila, tal vez es por eso, tal vez por otras cosas. Debo confesar que me arrepiento tanto de haber dejado ir a tantos... de no haber escuchado a ese hombre que si bien sigue molesto me dijo un día que me alejara de lo que no me hacía bien, ese mismo hombre que me dijo, incluso en el momento más desagradable que pude darle, que seré mucho más de lo que creo poder ser. Es cierto, no tengo un cuerpo perfecto, de una forma casi nula mi naríz se desvía levemente hacía un lado, sin embargo, las imperfecciones a mi me gustan, hacen hermosas a algunas personas, nada más está ver a mi eterno amor platónico, lleno de años malos, de un caminar triste pero por alguna razón es interesante. A mi me dío tanta pena saber que a quien pensaba amar eternamente me estaba haciendo tanto daño, que le parecía imperfecta, poco atractiva y que con cada palabra desafortunada hacía añicos todo lo que yo sentía. Jamás he sentido rabia, con ninguno de mis desamores, sólo he experimentado ese sentir de tristeza, desilusión, miedo y hastío. Sé a ciencia cierta que todo esto es tan personal, tan mio, pero quisiera que cada enfermo de desamor que leyera esto supiera que a esta hora, en estas mismas condiciones, donde el adorno es una canción triste, un millón de fotos antiguas, una búsqueda incesante para encontrar una señal que nos salve y no encontramos nada, a todas esas almas desagarradas, quisiera que sepan que uno se hiere, que la herida se cierra y uno vuelve a abrirla, que el dolor es constante pero que sin darnos cuenta estamos sonriendo otra vez. A mi me queda una tarea pendiente entre toda esta tormenta de desilusiones, callarle la boca al que juzgo todo lo que yo quiero ser, de todo lo que me ha pasado en estos cinco años rescataré mis esfuerzos desperdiciados y me titularé. Le doy gracias a las deidades más milagrosas si me ayudan en eso, le doy gracias a la vida por esos amigos que si bien son pocos, están ahí para salvarme de tanta desgracia que debe ser mi sello. Para mi el amor es indispensable, no lo niego, por el momento trataré de disfrutar mi libertad, le haré un lavado intestinal a mi corazón y me reventaré los ojos leyendo todo eso que nunca imaginé leer, por el momento seré yo, en primer lugar, en segundo lugar y en tercer lugar. "Gracias a la vida que me ha dado tanto" debería darme otra calle u otra casa por el momento, así me sano más rápido. LO MIO YA NO ES POESÍA, NI NARRATIVA ADORNADITA, ORDENARÉ UN DÍA LO QUE ESTÁ GUARDADO Y COMENZARÉ A PUBLICAR LO DE ANTES, PERO SÉ QUE QUIEN LEE MI BLOG SABE CÓMO SOY Y CÓMO SIENTO Y SI EXISTEN AQUELLOS LECTORES, DECIDIRÁN SEGUIR LEYENDO. SOY UNA BUENA PERSONA, CONFIESO QUE ME QUIERO UN POCO MÁS QUE ANTES CUANDO EL AMOR PROPIO NO EXISTÍA. SÉ QUE QUIEN ME REGALÓ ESTAS PALABRAS ME ODIO, LE SOY INDIFERENTE O SIMPLEMENTE YA NO LE SIMPATIZO, SIN EMBARGO, A PESAR DE MI IRONÍA, DE MI FALTA DE TINO, ME ENSEÑÓ QUE CREER EN DIOS NO ES MALO, ME ACONSEJÓ DICIÉNDOME VERDADES QUE EN MÁS DE ALGUNA OCASIÓN ME CAUSARON MOLESTIAS, ME MOSTRÓ CON UN GOLPE DE FRENTE A MI TRABAJO QUE SE DEBE APRENDER DE GENTE NUEVA; ". El amor es confianza, es entregarse, pero uno lo tiene que practicar primero con uno mismo, no puedo amar, sino me amo, no puedo confiar, sino confío en mi mismo. No puedo hacer con los demás algo que no puedo hacer conmigo. Para ello debo romper mi egoismo. No puedo sufrir innecesariamente, pues otros me esperan. Soy el engranaje en una historia, que no será la misma, sino participo. Soy esencial."

No hay comentarios: