martes, 6 de diciembre de 2011

Es cierto, a mi Dios me regaló ciertos dones, dones nada envidiables;
una ironía que me trae problemas porque de vez en cuando se me escapa entre palabras amables,
un alma bondadosa pero disconforme, que se pierde en el desasosiego de no saber guardar tantas cosas,
un mal humor exacerbado que me traiciona en los momentos menos apropiados,
una inteligencia lenta, insegura y floja,
unas ganas de soñar sin limites que me hacen caer de frente contra el piso de las desilusiones.
Es cierto! Dios me regaló ciertos dones,
una fuerza irrefutable para desafiarlo a él mismo,
un "L" de loser por haber perdido el desafío,
3 días soñados y olvidados producto de algún químico,
un pena más grande que mis respiros durante 20 años,
una imagen de mi padre abandonado entre tanto desconsuelo,
una culpa eterna que me hace jurar mi ciego auto-castigo.