martes, 13 de diciembre de 2011

Desalojo

Fue así como más de 45 años de historia terminaron,
entre paredes rotas, árboles caídos, almas en pena y corazones desolados.
La rabia se sentía en la piel del patriarca, quien heredó ese cargo de su padre muerto hace 22 años exactamente, él lo recordaba muy bien, pues era la edad que tenía su hija menor.
El papel que traía las penas de aquel hombre con cuerpo pesado, había llegado a sus manos hace más o menos un año atrás, lo traía una señora vieja, con cuerpo grueso y rostro terco. Aquel día sus miradas chocaron, con indiferencia ella le entregó la carpeta que contenía la sentencia, "él tenia que dejar el lugar que su padre le había heredado", él la observó fríamente, con seguridad, acentuó con la cabeza y se despidieron de forma educada, sólo por protocolo.
Después de miles de trámites legales dolorosos para ese hombre, sus ojos se convirtieron en una sombra triste y llena de desconsuelo, buscaba apoyo en aquellos personajes políticos que tienen un alma banal y desconsiderada, jamás encontró apoyo en nadie, tal vez, ni siquiera en sus seres queridos. Él siempre pensó que su lucha no significaba nada para el resto de su familia, para él lo más importante siempre fue el valor emocional de lo que vivió en aquel lugar.
Con el correr de los días, estos se transformaron en meses y luego en años. Fue una llamada telefónica el punto de inicio para el final.
La justicia obligaba a un hombre tiernamente fuerte a dejar abandonadas las mejores imágenes de sus recuerdos, lo condenaron a olvidar el olor a campo, el graznido de los pájaros en su completa naturalidad, la sombra de aquellos pinos enormes que con esmero y orgullo plantó alguna vez su padre.¿Cómo pretendían que el hombre de cuerpo pesado, borrara de su cabeza los viajes en carreta que le entregaron magia a su infancia?
Es así como los "nuevos" dueños de la hacienda, despojaron a miles de familias de sus hogares, de sus recuerdos y de sus mejores años de vida.
El peso del dolor y los recuerdos podían mucho más que la racionalidad, cada espacio vacío en la vieja casa era una puñalada desgarradora para todos aquellos que crecieron en ese lugar que en ese momento se tornó  mágico"
Muchas manos ayudaron en el proceso de desalojo, sin embargo todas las risas y llantos de aquella familia liderada por un padre luchador se quedaron impregnadas en cada hebra de pasto de aquel terreno.
Toda la rabia y el dolor con el pasar de los días se van volviendo tiernos, todo se transforma en recuerdos y en nuevos sueños.
"Podrán quedarse con el espacio que albergó hermosos momentos de tres generaciones pero jamás nos quitarán el mayor tesoro de esas tierras, nuestros recuerdos"

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