sábado, 13 de agosto de 2011

Largo Día


Por hoy quedará atrás la poesía, la música, y cualquier parafernalia que haya llamado mi atención y piense publicar en un blog que nadie lee ¬¬, es por eso que aprovecharé esa instancia para ventilar mi vida y utilizaré este medio para publicar mi vida privada ¡Chan!
Debo confesar que desde que comenzó el paro - toma de la Universidad no he mirado nada que se relacione con asuntos académicos, he tenido leves intenciones de avanzar mis trabajos pero luego cualquier hálito de energía y responsabilidad se desaparece de mi cuerpo sin dejar rastros de que hubo siquiera la intención de hacer algo productivo. He participado intermitentemente del movimiento estudiantil, he ido a las marchas y hasta un día salí con mi cacerola a hacer ruido a la calle, le grité un improperio de grueso calibre a un ciudadano que nos arrojó un huevo desde su departamento esa noche (facho qlio) y me sentí libre ¬.¬, incluso caminé por varias cuadras con un gran cartel que no sabía que decía pero al fin y al cabo lo llevé con orgullo.
Me apronto a preparar mi propio cartel que de cuenta de mi descontento con lo que pasa en el país y mi apoyo al movimiento estudiantil, a nadie le interesará pero sin embargo lo luciré con orgullo.
Por otro lado, estos días de movilizaciones sólo me han traído días de ocio, miles de kilos de más, una apatía enorme con el actual gobierno, el sublevamiento ideológico interno y me he vuelto más de izquierda que de lo normal, cosa que al fin y al cabo sólo estaba escondida tras mi cara de niña tierna, Cueck.
Debo admitir que no he tenido inspiración ni para hacer un dibujo en la pared de algún baño público, la lluvia me deprime y eso se torna algo terrible porque la ansiedad crece e ingiero caramelos por montón, aunque cuando sale el sol mi cerotonina sube a sus niveles más altos y la felicidad me lleva también a ingerir caramelos en grandes cantidades, en fin, comer caramelos es habitual.
En algún lugar bien pero bien pequeño de mi "ser," extraño mis días productivos, esos donde había que ir a clases de literatura un día miércoles a las 8 de la mañana durante dos largas horas cronológicas con un profesor que pareciera que se estuviera apagando, extraño también levantarme veinte minutos antes de que comenzará mi práctica, salir chascona, bajar corriendo la cuesta para tomar colectivo, meter la pata al barro y luego tener que desparramar energías a chorros durante todo el día. Es extrañamente agotador no hacer nada durante mucho tiempo, es como si uno se fuera a volver loco en algún momento. Incluso he extrañado sentirme exhausta después de un largo día de práctica y clases.
Lo bueno de todo esto, es que la ausencia de clases se debe a una causa y lucha justa, por otro lado no me han ocurrido desgracias estúpidas como esas que sólo me ocurren a mi, tal vez me salvé de que me mordiera el único mono que se escapara de algún circo remoto, o que me cayera el único rayo en un día de temporal, o que me sorprendiera el apagón mundial un día mientras caminara sola en la calle en medio de la oscuridad, que sé yo.
Hoy, lo más interesante de estos miles de días fue encontrar un pelo en unas papas que compramos en la calle, fue literalmente asqueroso. El momento cultural fue cuando descubrí que se estaba quemando el cielo mientras el mongo decía que eso se llamaba "arrebol" y sin duda el momento de oro fue fumarme un cigarrito frente a la agradable y grata compañía de mi par cultural "cara de mota" y como no podía faltar, nuestro termo con te.
Tarde fría, larga pero no menos interesante.

PD: Debo escribir kilómetros de planificaciones y sólo me siento frente a este computador a ver videos, escuchar música o escribir tonteras como estas.

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