sábado, 9 de abril de 2011

Dime


Dime, ¿por qué hoy no estás frente a mi?
Debo confesar que A veces anhelo tu reflejo sobre mi sombra,
Tus labios rosando algún rincón de mi piel,
Tu apetito de palabras buscando consuelo en mi calma
Puedo leer en tus ojos que me has necesitado en un día apagado,
Que tu cuerpo extraña la sensatez de mis sueños
Así como yo he necesitado la protección
de alguno de tus abrazos encarcelados en mi retina.
Qué importa que yo me pierda de vez en cuando en el pasado,
Lo que pasa es que confesando culpas debo admitir
Que a veces me olvido que ya he olvidado.

No hay comentarios: