Se me va cayendo la vida
desde las ventanas que iluminan mi interior,
se va recogiendo mi historia
en un puñado de alegrías,
se van acumulando las tristezas que recojo
camino a mi casa.
Se me va la inspiración en una pequeña gota
de la vida de esa gente extraña de la calle
que me es ajena pero cotidiana y común a la vez
como mi reflejo en el espejo cada mañana.
Ellos van acumulando penas,
las mías se desintegran en las de ellos.
Aquí me voy perdiendo de nuevo
se cierran mis ojos y no existo...
No hay comentarios:
Publicar un comentario