miércoles, 11 de marzo de 2009


Caí abatida sobre las estrellas

y en un mar de lágrimas me perdí.

Me desperté en una Isla

con olor a esperenza estancada y de los árboles

los sueños colgaban.

Inclinada sobre la punta de mis pies y con un soplido señalé el cielo iluminado.

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